jugando al juego de la vida me entretengo,
nervioso y con un nudo en la garganta,
me mantengo
de comer un cigarro
de beber un taladro,
y cavilando me voy de aquí a la Villa,
poder ni puedo,
ansioso, frustrado,
luchador cansado,
luchador al fin y al cabo.
Todos me dicen que me tranquilize,
pero yo ya no soy así, lo sé
no puedo estar bien de la cabeza,
mi oreja podrida que por dentro gotea,
pienso luego existo,
resisto y todo va saliendo regular.
y mañana ramitas de esperanza,
con humo en la panza,
tendré que rompermelos un día más.
y aquí estoy son ocho treinta y nueve am,
es hora de salir al patio de la vida,
con el amor en un bolsillo,
en el otro mi pastilla,
es hora de ponerse a llorar
es hora de reir hasta doler la nuca,
y ya esta.
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