Necesidades cotidianas.

Solo han pasado 3 meses,
y ya arde dentro de mí la sucia llama del dinero,
nos han podrido el alma,
nos han jodido la vida,
todos quieren más,
todos le necesitan.

He visto alegres vidas,
todas ellas destruidas por su culpa,
he visto amores romperse,
y sueños acabar en la barra de cualquier viejo bar.

Es curioso, como aunque no pienses en ello,
la telvisión te lo recuerda,
tú familia incluso se preocupa,
aquel hombre que gustaba de madrugar,
ahora duerme cada día más.

La pena te invade,
no quieres pensar en ello,
la frustración se apodera de ti,
que duro es tener que demostrarle al mundo,
que siempre has sido un luchador...

Solo tú sabes lo que vales,
nadie te cree.
No hay oportunidades,
no hay hijos que tener,
ya no hay mundo que recorrer,
esperas poco a poco que el tiempo pase
y que todos esos tópicos de ánimo,
vuelvan a dejarse ver.

un cigarro luego otro.
un día más, luego otro.
dibujando que es lo que te gusta hacer,
ahora cobrando,
que pena, que le voy a hacer.