A donde van mis pies sin botas,
cuando de mi sudor salén pesares,
pies rasgados pisando rocas,
y en el alma tantas y tantas tempestades.
Seguirá el mar detrás del horizonte,
y yo pensante, derramando cielos
consuelos del hombre que vive frustrado,
buscando en cafeína su mejor versión, vivir alterado.
y así llegán las noches y no duermo,
acostumbrado al dolor eterno,
acostrumbrado al silencio del averno,
donde suena el cuerno del dolor,
donde me buscas tú y te encuentro yo.
se hacen largos los días,
vacíos, repetidos , someros, escuetos, placebos....
se hace amarga la lucha,
y ya nadie escucha mi lamento quedo...
pasado que lastima los nervios del tabaco
presente ausente se me viene abajo el autoestima
futuro incierto preguntando al viento..
donde quedó esa sonrisa que tenía mi cara,
ahora solo quedan arrugas,
y comisuras rasgadas de tanto intentar....
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