Los Heartbeaters excesivos no pueden soportar ningún sonido exterior.
Tanto es así que la palabra más amable es sentida como un puñetazo brutal ; no son capaces de oír su sonido, pero, la cabeza entre las manos, se giran nerviosamente en todas direcciones tratando de averiguar quién o qué les ha golpeado.
Aislados del mundo normal y activo, los heartbeaters se sorprendieron al comprobar que esta nueva oscuridad en la que vivían ya tenía otros habitantes, habitantes que se convirtieron en sus devotos protectores y aliados: sordomudos, autistas, idiotas, retrasados, esquizofrénicos o simplemente locos de atar: Todos ellos les reconocieron de inmediato como camaradas.
Los heartbeaters excesivos sufren una alteración de la percepción parecida a la producida por la esquizofrenia. La capacidad de razonamiento decrece o se deforma, la percepción del yo se desdibuja, y aparecen profundos desórdenes de conducta, alucinaciones y delirios. Un deseo intenso de comunicarse con los otros es característico de esta fase, como si ésa fuera la única posibilidad de salida de tan tristes circunstancias.
En algunos casos, estas alucinaciones adquieren tintes de pesadilla. Probablemente como consecuencia de la disociación entre cuerpo y mente, muchos heartbeaters aseguran haberse sentido "Como si mi cerebro viviera fuera de mí"
En cierto sentido, han conseguido la sabiduría perfecta, superado el miedo más antiguo, el miedo a la muerte: escuchan sus propios latidos como si, de detenerse el corazón, pudieran finalmente dejar de escucharlo y empezar a hacer otra cosa, liberados del cansado oficio de vivir.
Para ellos, no hay diferencia entre el pensar y el hacer, las palabras y las cosas: el cerebro es literalmente un generador de realidades, y sus recuerdos, de nuevo literalmente, viven con ellos, están continuamente presentes, sucediendo una y otra vez, habitaciones vacías alucinadamente atestadas de todos los muertos y vivos que conocieron o aún conocen.
La creencia generalizada era que, con este sonido que parecía sacado del alma humana, se podían alcanzar finalmente las metas de la cultura del "háztelo tu mismo": Ya no se trataba de hacer solamente tu propia música, tu propia televisión, tu propia radio, cine- se trataba de hacer tu propia realidad
Y la paradoja era que una juventud que parecía hecha de ruido se hubiera convertido absolutamente a esta religión hecha de silencio.
Evidentemente, nadie está más cerca del sonido del corazón que aquéllos que viven en silencio. El latido del corazón es lo más cerca que un sonido puede estar de un no-sonido, la frecuencia mínima audible, el sonido convertido ya casi en otra cosa, sólo movimiento, vibración, temblor. Un sonido que, literalmente, se siente, y cuya ausencia significa la muerte.
Un sonido violento, si se repite regularmente durante un tiempo lo suficientemente largo, acaba por ser percibido como silencio. La reacción natural al silencio absoluto (o a un patrón idéntico de sonido repetido sin fin) es la de intentar compensar este vacío experimentado por uno de los sentidos intensificando anormalmente lo percibido por el resto de ellos: alucinaciones.
mas info:
http://www.espacioblog.com/ladificilvidadeuncreativofacil/post/2006/01/21/mapa-heartbeart
http://aleph-arts.org/art/heartbeat/index.html#
jueves, diciembre 13, 2007
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